22 junio 2009

Invocación.


Me vio mirándola desde el balcón del faro y me saludó agitando su brazo en alto, moviéndolo como lo hacen quienes se quedan en tierra al despedirse de aquellos que se marchan en los barcos.

Alguna vez la he visto en ese pequeño trozo de playa que cuando la marea sube desaparece bajo las olas, con una pluma de gaviota en su mano, escribiendo cosas en la arena. Más de una he sentido la tentación de coger los prismáticos y acercar furtivamente mi mirada hasta poder leer las palabras que traza, pero la tentación se desvanece de inmediato, ella sabe que poco después de irse las olas lo borrarán todo y, tal vez, sea lo que quiere, que esas letras desaparezcan de la faz de la playa sin que nadie las lea.

Hoy he querido bajar donde ella y a mitad de camino desde el faro a la playa le he hecho un comentario casi a voces sobre la bonita luz de la tarde, sé que a ella no le interesa, a mí tampoco me parece un tema de conversación, pero es una manera de avisarle de mi llegada, por si quiere alejarse de su pizarra de arena y esperarme donde yo no pueda leer lo que ha escrito.

Me sorprende su quietud, su quedarse quieta junto a las palabras trazadas en la arena, y lentamente me acerco a ella, y cuando llego a su lado entiendo que no tiene reparo en que yo me entere de su pequeño secreto.

He leído un breve poema, apenas tres líneas, y cuando quiero buscar sus ojos ella eleva su mirada al cielo y me dice que a lo mejor él, desde allí arriba, pueda leer lo que le escribe.

Tuvo la mala suerte de enamorarse a destiempo, muchas veces las mejores cosas de la vida llegan demasiado tarde, o demasiado temprano, y conocerlo a él fue una de esas cosas maravillosas que llegan tarde a la cita que tienen con nosotros. Una charla en el puerto, un café, una despedida, otra charla, un paseo, una nueva despedida, una nueva cita, un beso… Y cada vez que él partía para su puerto se llevaba medio corazón de ella y le dejaba el otro medio enamorado y loco por volver a verlo.

-Me duelen los ojos, farero, de buscar su cara ente la gente, y me duelen los dedos de escribir su nombre, a veces es como un rezo, como una invocación para que regrese, para que me saque de esta soledad. Y ya ves, le escribo poemas en la arena, por si él los puede leer que sepa que lo amo, que lo sigo amando, que no lo olvido.

Cuando se marchó dicen que cerró sus ojos unos minutos y una sonrisa se dibujó en su boca como si estuviese recordando cosas hermosas, dicen que solamente dijo una palabra antes de despedirse para siempre: Fue el nombre de ella.

11 comentarios:

Adelina dijo...

Es bellísimo el escrito...

Tienes una capacidad tan grande de transmitir los sentimientos, que se eriza la piel al leerlo.

Un beso muy grande.

Meiguiña dijo...

En la soledad de tu faro me retiraria ahora mismo para estar apartada del mundo.

Un placer descubrir tu blog.

Una Meiguiña amante de la Torre de Hércules, mi faro, de mi ciudad.

Tenaz dijo...

Yo, que llegué a conocer bien a esa mujer, la invocadora de tu bella y triste historia, tuve la oportunidad de poder leer un puñado de las muchas letras que escribía para su hombre, un amor que le arrebató la vida y al que ella ni podía ni quería olvidar. Un amanecer, mientras paseaba por la playa, ella estaba al borde del agua, escribiendo con los dedos de forma desesperada sobre la arena. Cuando llegué a su altura levantó la cabeza, me miró con ojos plomizos y me preguntó: ¿crees qué podrá leerlo? Un puñado de palabras, medio emborronadas por la mar y sus lágrimas, decían así sobre la arena:

Se me ha secado la mirada de tanto buscarte, de mirar hasta el infinito con la esperanza de volver a ver tu silueta; no sé si es que estoy ciega o es que eso que va pregonando el viento, envidioso de nuestro amor, es cierto: que te has ido para no volver, si es así, ahora comprendo porque empaco tus recuerdos con tanta delicadeza: para que nada los pueda borrar. Los he guardado disfrazándolos de alegre primavera, primavera alegre que sólo lo es para el resto, no para mí que la siento triste, descolorida y adormecida sin ti. Donde otros ven rayos de sol, yo sólo veo grises y negros, negros que me llevan a la profunda oquedad donde caigo en tu ausencia.

Se me han agarrotado los dedos de tanto escribir tu nombre en un vano intento de mantenerte a mi lado, y las palabras -tu nombre-, van cayendo como empapadas de lluvia y he de escurrirlas para que sean entendibles y sepas que te llamo a gritos. ¿Dónde estás, por qué no vienes a sacarme de esta pesadilla que es vivir sin ti? Es tan difícil caminar en línea recta y no tomar la curva que me llevaría hasta ti…

Océano dijo...

Dicen que nunca es tarde Farero,pero quien sabe,igual para ciertas cosas si.

Yo le diria a la invocadora que viva y olvide.Si abre bien los ojos podrá ver todo lo que le rodea,es una pena que se lo esté perdiendo.

Un montón de besos.
13.

yo.misma.58 dijo...

Bonita historia, escribir al amor en la arena de la playa.

Quien no ha escrito el nombre de la presona amada y a esperado que las olas borren el nombre ,para que la magia delmar llege hasta donde esta el amor.

YO.misma

El farero. dijo...

SAKKARAH: Siempre tan generosa. Tus besos, por grandes que sean, me los quedo todos. Un abrazo madrileña.

MEIGUIÑA: Precioso faro el de tu ciudad, este mío ni tan siquiera es real, pero si te sirve de algo puedes entrar y aislarte en su soledad hasta que amanezca, y recuerda que no hay noche eterna. Un saludo.

TENAZ: Tu respuesta se merece figurar como texto independiente, como entrada propia, tal vez deberías buscar el modo de dejar cosas como esta en un blog personal, en un foro... no es que aquí moleste ni sobre, es que el hecho de que esté como respuesta no me parece justo.
Un beso.

MAR: Hay cosas para que sí es tarde algunas veces, en esta historia lo es, igual que, algunas veces, es imposible olvidar, tal vez tú misma, en tu último tema en tu blog lo dejas claro: cuando se quiere se quiere siempre, incluso en la ausencia.
Muchos besos. 13.


YO.MISMA: Escribir el nombre, pintar corazones, pasear de la mano... Tiene su encanto el mar. Es una alegría verte por el faro. Besos y abrazos para repartir.

eclipse de luna dijo...

Me alegro de volver a verte...
Perdi tu pista despues de 20 blogs, pero sigues con la misma esencia de siempre y con escritos como este tan lleno de sentimientos.
Un besito y una estrella.
Mar

momo dijo...

bellisimo.
Farero sigo girando como una peonza , pero hoy necesitab mar un faro y encontrarte.
un abrazo y hasta la vuelta.
me dejas guardar la foto?

Anónimo dijo...

Kaixo farero, tus escritos me lleguan y conmueven, un muxu desde mi faro en bermeo, si me dejas o me indicas donde puedo enviarte una bella foto desde él...creo que te gustará, GRACIAS.....un muxu

Marisa dijo...

Me he acercado a tu faro
y la historia que has
contado y como lo has hecho
me ha gustado.

Un abrazo

El viejo farero dijo...

MAR: Bienvenida de nuevo al faro, espero que tu blog y el mío estén entre los pocos que saquen algunos votos este año en el concurso, y si no es así pues tampoco pasa nada.
Un beso, y suerte.

MOMO: ¡Cuanto tiempo sin verte por aquí! Este es un faro un tanto original, pero siempre que lo desees tienes las puertas abiertas.
Un beso.

MARISA: Gracias, eres bienvenida a este faro. Un beso.