21 febrero 2010

Cosas que no vemos.


Algunas veces, demasiadas posiblemente, las personas nos quedamos con una primera imagen superficial, no ahondamos, no buscamos qué hay detrás de una primera fachada. Tal vez por ello la mayoría de esas veces nos perdemos cosas interesantes, nos perdemos conocer cosas pequeñas que son importantes.

Si te dijesen que cerrases los ojos y te imaginases un faro posiblemente dibujarías en tu mente una torre cilíndrica, pintada de blanco, más o menos alta, situada cerca de un acantilado y en cuya parte superior hay una luz que se enciende y se apaga cada cierto tiempo. Pero la Torre de Hércules no es cilíndrica, ni el faro de Cabo de Palos está pintado de blanco, ni el de Suances es alto, ni el faro de Nules está al borde de un acantilado y en cambio todos son faros.

Y arriba, en lo más alto, la óptica, con sus cristales que hacen de lupa y que llevan la luz a decenas de kilómetros. ¿Y dentro de la óptica? Dentro de la óptica una, dos bombillas. Nada del otro mundo, nada "especialmente especial". Son como tantas cosas y como tantas personas en este mundo que pasan desapercibidas, que ayudan sin que nadie sepa ni se plantee su existencia.

Ayer tuve la suerte de subir al faro de Chipiona, casi 70 metros y una luz que puede verse a 45 km de distancia. Desde abajo solemos mirar su altura, nada más, desde arriba todos miran el paisaje, algún curioso echa un vistazo a la óptica, a su tamaño, cuando pasamos junto a ella. Tal vez sea que me gusta mirar las cosas pequeñas, las que la mayoría no mira, o si mira no ve. Os dejo lo que mis ojos vieron de ese coloso de casi 70 metros, el más alto de España: Una fotografía de las bombillas dentro de la óptica.

6 comentarios:

Mar dijo...

Debe haber una vista preciosa desde allá arriba...Feliz semana!!

Besitosss

osane dijo...

Peaso bombillas.
Supongo que debe ser deformación profesional.
Hace años por mi trabajo adquirí la costumbre de mirar la base de cualquier botella de plástico que caía en mis manos. Justamente el lugar donde nadie miraría y que tanta información contiene.
Yo en el interior de un faro seguramente también miraría el paisaje. Nunca entré a un faro, solo los vi en películas y por cierto nunca tienen ascensor.
Subir al de Chipiona debió costar un montón.
Un beso.

Deseo dijo...

me imagino que si subiera a uno cualquiera seguro que lo primero seria ir a ver la optica, pero nada mas que porque es lo que suelo hacer con otras cosas.

Mañana inauguran el planetario de San Francisco, aqui en mi pueblo y parece que va a ser interesante por sus dimensiones segun dicen. Espero poder ir a verle las tripas, aunque mañana estara lleno de politicos. Que es lo que suele pasar en estos casos y a lo peor habra que dejarlo para mas adelante.

Chesana dijo...

Nunca he estado en un faro, pero al igual que tú yo también suelo fijarme en cosas que nadie mira. Igual es un error, pero pienso que "el sabor" está precisamente en esos detalles.

Las personas son capaces de grandes gestos... pero se les ve en los pequeños.

Trini Reina dijo...

Cuántoas cosas bellas nos perdemos en nuestras prisas por mirarlo todo. Ya se sabe que, quién mucho abarca...

Buena foto

Abrazos

El viejo farero dijo...

MAR: Si que hay unas vistas preciosas: El pueblo de Chipiona, la playa, los corrales de pesca, Sanlúcar de Barrameda, el Guadalquivir, Doñana... Merece la pena los 340 y tantos escalones que por cierto son comodísimos de subir; es algo que recomiendo a todo el mundo.
Un beso.

OSANE: Subir al de Chipiona cuesta un poquillo, pero se hace bien, y una vez arriba te alegras de haberlo hecho, es una maravilla y en España en teoría solamente se pueden visitar 2 de los más de 130 que hay.
Un beso.

DESEO: He visto alguna información sobre el planetario, espero que puedas disfrutar en todos los sentidos.
Un abrazo.

CHESANA: Cuanta razón tienes en lo que dices; igual un día también ves algún pequeño detalle dentro de un faro, seguro que te gustaría.
Un beso.

TRINI REINA: Cierto, queremos ver tantas cosas que muchas veces no vemos ninguna. Subir a un faro es una buena ocasión para ver muchas cosas, grandes, pequeñas, lejanas, cercanas... Un beso.