18 abril 2010

Algunas veces.


Una vez, hace tiempo, vi la imagen de un paracaidista agarrado a los laterales de la puerta del avión, mirando al vacío que había ante él, incapaz de saltar. Una y otra vez hacía el intento, tomaba impulso, pero sus manos no se soltaban. Yo que nunca me he planteado saltar desde un avión algunas veces me he sentido identificado con aquel hombre cuando tenía ante mi un papel en blanco y en mi mano derecha un bolígrafo. Han cambiado los tiempos y el papel se ha tornado pantalla, con el mismo blanco que aquel, y el bolígrafo se ha convertido en un teclado que me mira impaciente esperando el contacto de las yemas de mis dedos.

Comienzo una frase, algunas veces completo un párrafo, pero lo borro, lo tiro, y comienzo de nuevo una especie de camino sin sentido que a los pocos pasos lo rodean zarzas y alambradas que terminan cercándolo y obligándome a volver sobre mis pasos y emprender uno nuevo que tampoco llega a ningún sitio.

No es que quiera escribir, ni siquiera que desee contar algo, es que lo necesito. Las ideas se ordenan y van saliendo, pero esto no son ideas, mi necesidad es dejar salir sentimientos, y los sentimientos se agolpan y se enredan, y se agarran a mi corazón como aquel hombre lo hacía a la puerta del avión.

Crecen, o a mi se me hace que crecen a medida que no soy capaz de darles salida, y oprimen, y hacen daño. Tal vez sea la edad, o esta primavera con humedades de otoño, pero últimamente me hace daño casi todo. Quiero escribir sobre ti, sobre mis sueños, sobre mis miserias y mis miedos, sobre la soledad que me crea tu ausencia, pero todo se funde y se mezcla. Oir tu voz es una luz que apenas dura unos segundos, porque de inmediato viene la sombra negra de no tenerte, y se funden de nuevo y crean esta tiniebla en la que habito y vivo.

Hay distancias que matan, sueños que parecen castillos de arena hechos en una playa donde un viento inmisericorde va llevándose grano a grano cada torre, cada almena. Y yo, con la pantalla en blanco delante de mi y un teclado bajo mis dedos que me pide caricias recuerdo a un buen amigo que una noche, entre copa y copa de manzanilla, me decía que las cosas son como las personas: para poder vivir con ellas hay que aceptarlas como son. Y otra vez borro lo escrito y hago una bola con el papel que rueda por la habitación y corre escaleras abajo, buscando una salida... como mis sentimientos, como mis angustias, como mis miedos.


12 comentarios:

Adelina dijo...

Es triste, pero maravilloso como todos tus escritos. En ellos dejas traslucir tus buenos sentimientos, tu gran sensibilidad.

Muchos besos con cariño.

Trini Reina dijo...

Aunque a veces no logremos sacarlos de dentro y entregarlos al papel, al menos tenemos la confianza en que, quizá mañana, lo hagamos. Es permite que no nos ahoguen los sentimientos, el dolor o la alegría.
Una vez que trazas dos versos, dos oraciones, dos líneas coherentes...es imposible parar.

Abrazos

osane dijo...

Entiendo demasiado bien lo que nos explicas hoy, si nos conociéramos solo te escucharía, hoy solo puedo leerte, brindarte el silencio del amigo, porque no se precisan palabras para responder al sentimiento que escribiste y enviarte un gran abrazo desde la distancia.

Un beso

Meiguiña dijo...

¡Cómo te comprendo querido amigo Farero!¡Cómo comparto todo lo escrito!

Me quedo en silencio y te acompaño en estas "Algunas veces"

Bicos meigos e apertas de esta Meiga de Coruña

galerna dijo...

He leido mas de una vez estos sentimientos que hoy nos has dejado.
Lo encuentro precioso y tan sentído que soy incapaz de hacerte un comentario a lo que nos dices, a la forma sí,pero no al fondo que nos expresas.
Quizá mas tarde,en otro momento en el que no me encuentre de una forma parecida a tí pueda hacerlo.
Mientras tanto:un beso muy fuerte.

Océano dijo...

Otro buen amigo (en este caso mio) dice que las cosas no son como son por que si,que son como nosotros queremos que sean,y hasta puede que tenga razón.

Espero que sigas teniendo esa necesidad y no dejes de regalarnos estos escritos tuyos llenos de sentimientos.

Un montón de besos Farero

El viejo farero dijo...

SAKKARAH: La tristeza también forma parte de nosotros, en mi, posiblemente, más de lo que en ocasiones parece, pero bueno, también hay momentos alegres y felices.
Un beso inmenso... o dos.

TRINI: No se si será por pura naturaleza o tal vez por simple necesidad, pero sí, es cierto, al final terminamos dando salida a estas cosas que hay dentro.
Un beso, paisana.

OSANE: Me quedo con tu abrazo y con tu silencio, algunas veces nos vienen muy bien. Gracias, y un beso.

MEIGUIÑA: Supongo que son cosas que de una manera u otra nos pasan a todos. Gracias por tus palabras y por tu visita a este faro.

GALERNA: Algunas veces no nos hace falta decir nada para decir mucho. Quizás más tarde, en otro momento... Otro beso igual de fuerte para ti.

MAR_: Dudo mucho que las cosas sean como queremos que sean, al menos en mi caso te puedo asegurar que esa teoría de tu amigo está muy lejos de ser cierta, ojalá las cosas fuesen así. En lo que si estamos de acuerdo es en lo de los besos, yo te mando otro montón.

Anónimo dijo...

Comprendo perfectamente lo que plasmas aquí, muchas veces me ha pasado lo mismo y termino no guardando lo que había escrito; quizá es que muchas veces da miedo manifestar nuestros sentimientos, porque manteniéndolos solo para uno mismo, nos sentimos dueños absolutos de ellos. Miedo y distancia quizá sean los motivos, o no lo sé, o sí. Ya no sé ni lo que digo.

Un beso.

Anónimo dijo...

Comprendo perfectamente lo que plasmas aquí, muchas veces me ha pasado lo mismo y termino no guardando lo que había escrito; quizá es que muchas veces da miedo manifestar nuestros sentimientos, porque manteniéndolos solo para uno mismo, nos sentimos dueños absolutos de ellos. Miedo y distancia quizá sean los motivos, o no lo sé, o sí. Ya no sé ni lo que digo.

Un beso.

El viejo farero dijo...

No se si al mantenerlos para uno mismo como dices nos sentimos dueños absolutos de ellos o si es que nos sentimos protegidos, al fin y al cabo abrir nuestro corazón y contar lo que sentimos es un poco desnudarnos ante la otra persona.

Me "consuela" no ser el único, aunque comparta en este caso comparta situación con el anonimato.

Saludos.

Anónimo dijo...

No se que pd pasar deje dos comentarios sobre lo que dices y no salen, desde galicia un abrazo...

eloisse

D.Laurencich dijo...

joder! esto parece que te lo hubiera soplado al oído para que lo escribas!
¿ tendré alma de farera?