24 enero 2011

Ya no duele.

Durante mucho tiempo mi corazón fue como esa herida que vamos tocando levemente, con miedo, para comprobar si sigue doliendo. No lo tocaba, no podía,  pero mi mente le traía el recuerdo de tu cara, de tus manos... y  él sangraba. Retiraba el recuerdo de la misma manera que se retira la mano de la herida para evitar el dolor que hemos comprobado que sigue ahí, dormido, aletargado, pero vivo, esperando un roce, leve, mínimo, para despertarse.

Tu cara y tus manos dejaron de hacerle daño, pero tus besos, los corazones que pintaste en mi espalda y tus te quiero seguían escociendo, eran sal en una herida, agua del mar, y yo, inconsciente, buscaba algunas noches la playa de tus recuerdos y me sumergía en el mar de la añoranza.

He vuelto a verte, a oir tus palabras y tu risa, hoy tensa y nerviosa. Hemos hablado de todo, hemos hablado de ti, de mí... pero no hemos hablado de nosotros. Tal vez hayas olvidado que nos amamos, tal vez hayas tenido miedo de tocar tu corazón con los recuerdos de mis caricias, por si te dolía.  Al mío ya no le duelen, cicatrizaron.  


El viejo farero.

9 comentarios:

Trini Reina dijo...

Hasta el dolor acaba.

No, no se olvida nunca que se amó.

Abrazos

Aunque mi hermana me oblogó a hacerme una cuenta, no me llevo bien con el Facebook. Esto es en relación al post anterior.

Mar__ dijo...

Todo pasa ,afortunadamente.

Un beso

Anónimo dijo...

dulce relato que encoge mi corazón..... tu "farera" de Matxitxako....(sigo sin poder encontrarte en el facebook)

Mar dijo...

El tiempo todo lo cura, Viejo Farero, aunque el camino se cuesta arriba y dificil de andar.

Bss.

Fernando J. Feliu dijo...

Cuando somos capaces de convertir el dolor en presencia, es cuando comenzamos a dejar de sufrir y a vivir en la plenitud de la conciencia.

Un saludo.

simply blue dijo...

A veces es mejor dejar las cosas y ver qué pasa....volver al pasado implica remover muchas cosas emocionales que nunca sabemos si es oportuno, conveniente, saludable. Y sobre todo si ciertas heridas han cicatrizado, correr el riesgo que se vuelvan abrir, no se si merece la pena....

un saludo amigo farero desde mi faro.

El viejo farero dijo...

TRINI: Es cierto, el dolor también termina pasando.

No me hables del Facebook, me tiene loco.
Un beso Trini.

MAR_ : Pues si, todo pasa, pero ello no quiere decir que algunas cosas se olviden.
Un beso malagueña.

ANÓNIMO farera de Machichaco: Bueno, no sé si es dulce, posiblemente tan sólo sea tierno.
A ver si me entero de cómo hacerlo y te enlazo.
Un beso.

MAR: Si, el teimpo termina curando todo, o al menos creando una especie de anestesia para que no sigamos sintiendo aquello que nos hizo daño.
Un beso.

FERNANDO: Hay muchas cosas que aprender en esta vida ¿verdad? Tal vez superar ciertas situaciones sea una de ellas.
Un abrazo desde Andalucía.

SIMPLY BLUE: No, muy posiblemente no merezcan la pena, es mejor seguir adelante.
Beso desde mi faro-

La gaviota dijo...

Tines suerte Farero,has podido reconvertir un amor en una amistad, no todo el mundo puede.
Quizá sea una cosa mas de las buenas que sé que tendras en este año.
Pero en esta historia que hoy cuentas se que dudas si a ella también le cicatrizaron las suyas,se lo has preguntado?
Besos muy fuertes

El viejo farero dijo...

No creo que en esta historia, ni en ninguna que se le parezca y que sea real en su caso, el amor sea reconvertido en amistad, por una razón muy simple desde mi punto de visto. El amor no puede transformarse en amistad, si ésta se conversa es porque existió antes que aquel. Se es amigo primero y después, algunas veces, nace el amor. El amor puede morirse y llevarse consigo a la amistad, pero algunas veces ésta se mantiene, posiblemente no sea lo más frecuente, pero es una posibilidad.
El año, como todos los años, lleva de momento más cosas malas que buenas, pero suelo hacer trampas y las buenas las valoro de manera diferente de tal modo que una sola valga por 5 de las malas.
A ella no le he preguntado, no, es cierto, tal vez, si existiese, debería ser ella quien contase sus vivencias.

Un beso, y perdona una respuesta tan larga.