18 noviembre 2011

Como las personas.

Sí, lo sé, y quienes me conocen también lo saben: hago fotografías a objetos a los que casi nadie se las hace. También colecciono algunas cosas, unas más corrientes como son cacharros  antiguos y otras menos frecuentes de coleccionar como son arenas de playas.

Esto de las arenas comenzó como recuerdo de sitios en los que estuve.  Un par de playas donde viví momentos especiales y de las que quise traerme un pequeño montoncito de arena como recuerdo. Un buen día, mirándolas en casa me di cuenta de que eran diferentes. Todas son diferentes. Nunca lo había pensado: la arena de la playa es arena, una más clara, otra más oscura... pero arena al fin y al cabo ¿no?  Y empecé a traerme un puñadito de arena de cada playa que visitaba. También me han regalado alguna de sitios en los que posiblemente nunca estaré. 

Las arenas de las playas son un poco como las personas en las grandes ciudades: Las miramos pero no las vemos, no nos fijamos en ellas, todas nos parecen iguales y 30 segundos después de haberlas vistos, salvo excepciones,  no recordamos nada especial de ellas.  Pero las arenas, al igual que las personas, son todas diferentes, solamente hace falta observarlas, conocerlas un poco, dedicarles un poquito de eso que tanto nos falta y tanto desperdiciamos: tiempo.

Lo que veis en estas fotografías son arenas. Son 4 imágenes diferentes de arenas de 4 playas diferentes. Todas están hechas en las mismas condiciones de luz y enfoque y todas aumentadas 20 veces (2 milímetros de la realidad se convierten en 4 centímetros). La número 1 es de una playa canaria, la 2 del Cabo de Gata, la número 3 de San Juan de Puerto Rico y la 4 de Sanlúcar de Barrameda.  Lo dicho: como las personas, todas diferentes.

Saludos desde el faro.

8 días.

El próximo viernes día 25 nos vamos de faros; nos vamos, o me voy, otra vez a una ruta de faros. Hace ya casi 3 años fue la de los españoles de la península, ahora toca el resto de faros peninsulares: los de Portugal.

Como si de una segunda parte, una continuación de aquella primera ruta se tratase, ésta comienza donde terminó aquella de enero de 2009: en el faro de cabo Silleiro, junto a Baiona, en Galicia.  Este faro de cabo Silleiro es el más meridional de los faros gallegos encontrándose tan sólo a 30 kilómetros de la frontera con Portugal formada por el río Miño. 16 kilómetros más al sur está el faro de Montedor, el más septentrional y el primero de los faros portugueses que forman esta ruta.

7 jornadas visitando y fotografiando 34 faros de los cuales 3 pasaron a formar parte de la historia y ya no cumplen  la  función para la que fueron construidos. Algunos de ellos tan famosos y conocidos como el de Cabo San Vicente (justo el que aparece en la cabecera de este blog) o el de Cabo da Roca, el punto más occidental del continente y que aparece en la portada de una  página digna de ser visitada: Faros del mar; otros tan desconocidos y originales como el faro de Regufe, en Povoa de Varzím. 

A la vuelta iré dejando aquí (esta vez completa) toda la ruta: las fotografías, los comentarios sobre el viaje...  y por supuesto, si alguna de las fotografías que deje en el blog le interesa a alguien solamente tiene que ponerme un correo para que se la envíe.

Aun queda una semana, pero ya ando dando los últimos retoques a las rutas diarias, a los recorridos, a las posiciones de cada faro, preparando cámaras, limpiando objetivos...  y sintiendo los primeros nervios.  

A partir de la primera semana de diciembre os iré contando, hasta entonces mis mejores deseos para cada uno de vosotros.



Saludos desde el faro.