17 febrero 2024

844 noches.

 

Casi no sabía abrir la puerta del faro. Por un lado porque, bien por la edad, bien por los nervios, me temblaba tanto la mano que me costaba la misma vida introducir la llave en la cerradura. El chirriar de las bisagras, la oscuridad de dentro con casi todas las ventanas cerradas, el olor a clausura…

Buscó a tientas mi mano el interruptor de la luz y al encenderla no vi lo que había delante de mis ojos, en su lugar una ristra interminable de imágenes del pasado ocuparon su sitio y  por unos segundos no supe si estaba allí o todo era uno de esos sueños extraños en los que se mezclan mil cosas diferentes sin ningún sentido.

Tiempo. Al fin y al cabo es lo que se necesita para todo: tiempo. Para adaptarte a la poca luz, para que florezca una planta, para terminar un trabajo, para realizar un sueño, para que regresen las golondrinas,  para olvidar un amor… posiblemente, para lo único que no hay tiempo suficiente en una vida es para conocer por completo a las personas,  a cualquier persona.

Hoy, 844 noches después, regreso al faro, a mi faro, a éste que no guía a nadie, a éste que emite una luz, un destello, sin ritmo pausado, sin frecuencia determinada. A este viejo faro que es solamente el refugio de este viejo farero.

He ido abriendo las ventanas una a una, despacio, y en cada una de ellas he mirado el mar, la pequeña playa, las gaviotas que, siendo otros diferentes siguen siendo mis gaviotas. Como las mareas, como mi propia piel.

Me supera por un momento la nostalgia, los recuerdos, pero vienen a mi mente unas palabras de María (siempre María): la vida es como conducir un coche: solo en determinados momentos debemos mirar por el espejo retrovisor y ver lo que dejamos detrás, nuestros ojos deben mirar adelante, al futuro.

844 noches. Enciendo luces, miro por un segundo a través del retrovisor. Mis ojos, desde la linterna del faro, me traen de nuevo, poco a poco, a la vida.

 

9 comentarios:

Mar__ dijo...

Sigo aqui amigo Farero,me alegra tu vuelta. Besos mil

Anónimo dijo...

Retomamos la aventura de leerte

Anónimo dijo...

Me alegro de este regreso tuyo a este viejo faro. Escribir es un buen remedio para expresar emociones.

Anónimo dijo...

Me alegro por ti,eres una persona extraordinaria y un buen amigo y como no farero de corazón

Adelina dijo...

Precioso... Siempre es bonito leerte. Un beso

Anónimo dijo...

Continua contandonos tus andanzas fareras

Galerna dijo...

Hola Farero me alegra muchísimo tu regreso

Anónimo dijo...

Qué bonito, farero!

El viejo farero dijo...

Muchas gracias a todos/as por vuestros comentarios, a los amigos y amigas de hace años un abrazo, es una alegría vuestra presencia, a quienes entráis por primera vez mi más sincera bienvenida.