20 septiembre 2025

LA ÚLTIMA VEZ.

 

Hace unos días volví a recorrer la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla, una pista para bicis que recorre parte del antiguo trazado del  tren que unía las minas del Cerro del Hierro con la estación de Cazalla-Constantina. El recorrido total es de 36 kilómetros, 18 de ida y otros tantos de vuelta. No es muy dura, la ida es una constante subida, leve, pero constante, lo mejor es lógicamente la vuelta que si no tienes  viento de cara la haces casi sin tocar pedales.

Hacía 7 años que no la pisaba, que no hacía ese recorrido y ahora, a mis 67 años, quise volver a hacerlo. En 2018 era 7 años menos viejo, hacía muchos más kilómetros cada día y tenía una bicicleta mejor. No se trataba de probar si era capaz, si todavía podría hacerlo, se trataba de hacerla posiblemente por última vez, de disfrutarla siendo consciente de ello, de intentar quedarme con el recuerdo de los puentes, del túnel, de los bosques y del río. Al Cerro del Hierro se puede ir en coche pero evidentemente no es lo mismo.

                                                              Cada día hacemos mil cosas y cada una de ellas puede ser la última vez que la hagamos. Algunas tienen pocas posibilidades por su frecuencia: ver un amanecer o una puesta de sol, saludar a un vecino, coger la cámara y hacer unas fotos... pero otras, por menos frecuentes, tiene más posibilidades. No se trata de llorar pensando que ese viaje que vas a hacer a la costa puede ser el último, se trata de disfrutarlo, de llenarte del olor a sal, de disfrutar del agua fría mojando tus piés, de traerte la música de las olas, porque todo se termina y las cosas buenas hay que disfrutarlas mientras duran.

Algunas veces he visto tiendas del barrio, de toda la vida, que un mal día han cerrado y en su lugar hay un rótulo nuevo, un comercio nuevo. Entonces me vienen a la cabeza recuerdos de su interior, del mostrador, de las estanterías... y lamento no haberle hecho algunas fotos para quedarme con algo que me mantenga unido a aquella tienda. 

Hacer ese recorrido en bici ha sido en cierto modo hacer esas fotos, es posible que vuelva a intentarlo, pero si no puedo hacerlo ya tengo en mi memoria ese viaje, ese río, ese esfuerzo necesario para subir hasta el Cerro. Y la satisfacción de haberlo hecho con cierta edad.

Es la primera tanda de fotos, la primera vivencia enfocada de ese modo, pero quedan muchas más, mil cosas que disfrutar como si fuese la última vez, mil cosas que disfrutar y vivir.


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